Devocionales Diarios: Y llamarás su nombre Jesús

Devocional Jueves 27 de Octubre de 2011


Y llamarás su nombre Jesús


Ora

Gracias Señor por tan maravilloso anuncio. El nombre de Jesús es el más dulce

Lee

Un corazón dispuesto…

Lucas 1.26-45

El ángel Gabriel y María

26 Cuando Isabel ya tenía seis meses de embarazo, Dios mandó al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de la región de Galilea. 27 El ángel llevaba un mensaje para una joven llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con José, quien era descendiente del rey David.
28 El ángel entró a donde estaba María, la saludó y le dijo:
—¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo.
29 María se sorprendió mucho al oír un saludo tan extraño, y se preguntaba qué significaba eso.
30 Entonces el ángel le dijo:
—No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio. 31 Vas a quedar embarazada; y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. 32 Este niño llegará a ser muy importante, y lo llamarán “Hijo del Dios altísimo”. Dios lo hará rey, como hizo con su antepasado David; 33 gobernará a la nación de Israel para siempre, y su reinado no terminará nunca.
34 María le preguntó al ángel:
—¿Cómo pasará esto, si aún no me he casado?
35 El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso el niño vivirá completamente dedicado a Dios, y será llamado “Hijo de Dios”. 36 Tu prima Isabel, aunque ya es muy vieja, también va a tener un hijo. La gente pensaba que ella nunca podría tener hijos, pero hace ya seis meses que está embarazada. 37 Eso demuestra que para Dios todo es posible.
38 María respondió:
—Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho.
Y el ángel se fue.
María visita a Isabel
39 A los pocos días, María fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea. 40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Cuando Isabel oyó el saludo, el niño saltó de alegría dentro de ella.
Isabel, llena del Espíritu Santo, 42 dijo en voz alta a María:
—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres! Y también ha bendecido al hijo que tendrás. 43 ¿Por qué has venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor? 44 Tan pronto como oí tu saludo, el bebé saltó de alegría dentro de mí. 45 ¡Dios te ha bendecido porque confiaste en sus promesas!

Medita

Seis meses después de visitar a Zacarías, Gabriel es enviado por Dios a Nazaret, para visitar a una señorita soltera, pero comprometida. Un hogar sencillo, sin lujos. Allí se produce el encuentro de Gabriel con Miriam (nombre hebreo de María) y el increíble anuncio.
No duda como Zacarías cuando pregunta al ángel como será (34), su pregunta es inquisitiva acerca del modo en que esta promesa se hará realidad. Gabriel describe poéticamente la acción del Espíritu Santo sobre ella (35), sin entrar en tecnicismos anatómicos. Lo único que necesita saber en realidad es que será la obra directa de Dios, sin intervención humana. Ella sabe que para Dios no hay nada imposible.
Ella humildemente acepta sumisa la obra de Dios, lo cual no debe hacer sido una cuestión trivial para ella. Su vida social y especialmente su relación con José la pondrían en una situación mortalmente peligrosa si es descubierta embarazada antes del casamiento.
En el corto diálogo tenemos un testimonio formidable de la identidad del bebé: a) como hombre único en su concepción (35), b) único con paternidad divina, por lo cual es Hijo de Dios (32), c) su nombre dado por Dios (31), d) a diferencia de los demás hombres, será santo, sin pecado (35), e) será Rey eternamente (32, 33).
La noble actitud de Elizabet (41). En su algarabía por lo que ella misma estaba viviendo, llena del Espíritu Santo, aceptó quedar en segundo plano frente a lo que el Señor había dispuesto en su pariente María. Algo grande y sumamente importante estaba ya sucediendo.

Aplica

¿Serías capaz de decirle sí a Dios si te llamará a servirle en una situación de peligro? ¿Qué necesitarías saber para decir si o no? ¿Te cuesta ser sumiso al obrar de Dios en tu vida? ¿Serías capaz de mantenerte en un segundo plano y gozarte igual frente a algo más especial que tú?

Ora

Soy tuyo, Señor. Todo mi ser te lo ofrezco hoy.

Encuentro con Dios
Unión Bíblica
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Fuente: http://www.xn--campaalealabiblia-jxb.com/?cat=8

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